martes, 5 de mayo de 2015

Colonia Infantil General Varela

En este nuevo viaje me encuentro en la comarca palentina de El Cerrato, concretamente en Quintana del Puente. Me dirijo, hacia la antigua Colonia infantil General Varela, antaño atestado de jóvenes que concurrían sus patios, hoy día frecuentada por vándalos, insectos y maleza.

La historia de este singular edificio comienza muchos años atrás. Construida en 1939 por prisioneros de guerra, hizo su función como sanatorio antituberculoso para enfermos del ejército, hasta mediados de los años 50, cuando se descubrió la cura para esta terrible enfermedad.



En el año 1955 volvió a abrir sus puertas, como internado, para dar cobijo a los niños huérfanos e hijos de militares. Cuidados por las mismas monjas que anteriormente encargadas de hacer funcionar el sanatorio. Complementando  al edificio principal donde se hacía la vida diaria, se construyeron otros edificios, algunos para los que allí trabajaban y otros para militares o el director. El régimen militar y religioso de este lugar era muy estricto, cuando las familias visitaban en su debido horario a los que allí habitaban, no se les permitía dar juguetes, comida o dinero.



En 1988 cerró sus puertas esta vez de forma definitiva, y aunque salió a subasta en varias ocasiones, terminó abandonada a su suerte.
















Poco queda ya de la grandeza que antaño envolvía este enclave.Sus pasillos convertidos en un amasijo de escombros, resultan hoy peligrosas trampas para aquellos que aún hoy se atreven a recorrerlos.Tantos años ejerciendo de sanatorio y otros tantos en educación, para quedar resignada a escenario de vándalos, grafiteros y algún que otro amante del misterio (aunque estos últimos sabemos valorar su historia). Yo aconsejaría no visitarla, ni mucho menos recorrerla.